La verdad que estos últimos tiempos he dedicado cero a este blog, y mal que me pese, estos días de paréntesis vacacional, lo seguiré teniendo un tanto abandonado. Es cierto que durante las últimas semanas he estado ocupada cambiando algo de mi vida, aunque sigo en Bruselas y seguiré igualmente el año que viene.
La ciudad respira un halo mágico en los días previos a la Navidad, todo el mundo anda por la calle, haciendo compras (valiente crisis!), visitando los mercadillos, patinando sobre hielo y quedando una y mil veces para despedirse de los amigos que reencontrarán de nuevo en unos cuantos días.
Todo esto me produce una reflexión un tanto extraña; si bien no veo mal aplicar en estos días un poco de terapia consumista (como decía cierto personaje televisivo, "shopping is my cardio"), creo que cualquier tipo de exceso es malo. Y justo después de estos frenéticos días, comienzan las rebajas, que aquí en Bruselas, son de órdago, con lo que más de lo mismo. Se llenan periódicos enteros augurando el mal de la economía mundial, anunciando despidos masivos, ruina de empresas, familias abocadas a la pobreza. Es cierto, todo esto está pasando y lo veo en gente cercana a mí, pero al mismo tiempo la gente intenta actuar como si no pasara nada...me pregunto si esta opción es la más acertada....
En bref, joyeux nöel a todos, qué paséis buenos días y...nos vemos el año que viene :). Os dejo con una versión del "Noche de Paz", cantada por Six pence non the richer (sí, tienen más canciones que la archi-radiada "Kiss me")
